tú cuerpo encendido con el calor de la ira
seguirá lanzando puñaladas al azar.
No porque tu cuerpo quiera herir
hay razones que todavía no entendemos
acerca del corazón iracundo
Cuando se trata del dolor,
la mente vacía responde inerte
sin dejar mucho que desear
además de un lo siento, quizás.
Pero qué valor tienen las palabras
cuando un corazón
revienta contra el piso.
Queda el consuelo de sentarse
a recoger los pedazos,
de jugar al rompecabezas
con un recuerdo que no será nunca más.
Y el putrefacto nectar volverá a brotar,
por cada vez que Mateo busque
con sus dedos autenticidad,
y en cada toque la mentira más grande
contada al hombre volverá a llorar,
el arrepentimiento de ser quien fuiste
porque no sabías ser otro más.
La lágrima recorre inútil hasta inundar.
Pero tu corazón empezará a flotar,
izarás tu bandera,
sacarás tu brújula,
apuntarás al horizonte
y empezarás a remar.
La pieza no será tan pura
como lo fué la original,
pero todos estamos llenos de cicatrices
que nos llenan la piel de sinceridad.
Todavía queda
este atolondrado corazón
que fue herida
como es puñal
Si derrumbé la casa con odio
dejame construirla una vez más
con herramientas de segunda mano
que tanto me han servido para amar.